Extracto del prólogo vol 40
Momento donde Aldebaran encuentra a echdina durmiendo ( y donde vemos la interesante ilustración):.
Mientras el cielo negro repleto de estrellas lo miraba, Aldebarán suspiró con asombro.
En un nivel fundamental, la hora de la pradera estaba fijada al mediodía. Dado que este lugar era simplemente un paisaje imaginado por su creadora, la Bruja, estaba divorciado de las nociones del tiempo real. Por lo tanto, las llanuras siempre brillaban y estaban adornadas por cielos despejados.
Aunque la persona en cuestión no necesitaba ningún color además del blanco y el negro, ¿era realmente poseedora de un espíritu tan inesperadamente alto que un trozo de cielo azul brillante se asomaba desde lo más profundo de su corazón, sin falta?
Sin embargo, a pesar de albergar tales dudas, le sorprendió que la noche cayera sobre el prado. Sin mencionar que la Bruja en cuestión dormitaba en la cima de la colina.
Bruja: [—-]
Con la parte superior del cuerpo apoyada sobre la mesa blanca, la Bruja respiraba en voz baja, mientras dormía.
Mientras Aldebarán iba a preguntar sobre el tema del desconocido paisaje nocturno, al darse cuenta de que estaba dormida, contuvo la respiración, mirando fijamente el rostro dormido de la Bruja.
Su impresión inicial, fue la de pensar “la Bruja también duerme, eh”.
Por obvio que pareciera, hasta ese punto era un enigma el estilo de vida de la Bruja. Era un ser capaz de crear algo parecido a una dimensión alternativa a voluntad, así que si no dormía, no le habría sorprendido. De hecho, hasta el día de hoy, ni una sola vez había presenciado su rostro dormido.
Aldebarán: [Es exasperantemente hermosa…]
Era algo que él sabía, pero incluso cuando dormía, ella poseía una belleza anormalmente prominente.
Los ojos almendrados que albergaban un conocimiento y una curiosidad incomparables estaban cerrados, pero sus rasgos faciales probablemente le habían llevado a Dios bastante tiempo para perfeccionarlos, y su largo y hermoso cabello blanco y su piel aparentemente blanca y descolorida parecían declarar que ningún otro color necesitaba ser dado a conocer al mundo. ――Realmente lo enfureció.
Aldebarán: [Pensándolo bien, esta es una oportunidad única, debería apresurarme y agarrar algo para garabatear en su rostro――]
Bruja: [――Eh.]
Aldebarán: [――¡Hk!]
Tan pronto como pensó en hacer algo grosero, un leve ruido escapó de los labios, haciendo que Aldebarán se pusiera rígido.
A pesar de no haber hecho nada, se sentía como un niño al que reprendían por sus travesuras. Sin embargo, al instante siguiente, la tensión en el cuerpo de Aldebarán rompería su récord personal.
――Después de todo, en los ojos de la bruja dormida, se vislumbró levemente una lágrima.
Aldebarán: [Maestro――]
Bruja: [――Mph.]
Inconscientemente, Aldebarán tocó el hombro de la bruja dormida y la sacudió. Con un leve gemido ante la llamada y el roce en su hombro, sus párpados se abrieron lentamente.
Como para asegurarse, esos ojos negros parpadearon varias veces y reflejaron a Aldebarán justo frente a ella.
Bruja: […¿Aldebarán?]
Aldebarán: [Ah, sí, es cierto, maestro. No es propio de usted estar durmiendo la siesta aquí
